lunes, 13 de octubre de 2008

arquitectura en los edos. del pais

PUEBLA

La Catedral fué construída por temporadas; iniciando en 1575, teniendo como arquitecto de traza y montea a Francisco Becerra. Para 1640 la construcción se halla levantada hasta medios muros y lastimosamente abandonada. Don Fray de Palafox y Mendoza la consagra el 18 de abril de 1649. Las obras continuaron durante el resto del siglo XVII y XVIII; en 1678 se dá fin a la torre norte y en 1768 la torre sur. El coro fué realizado entre 1712 y 1722. Los dos órganos fueron donados por Carlos V. El cipres lo elaboró el Arquitecto José Manzo en 1797 y 1819. El retablo de los reyes se construyó de 1646 a 1652 y la obra estuvo a cargo del escultor Lucas Méndez.
En la parte exterior de la Catedral, destaca la fachada frontal a ésta la componen las dos torres que son consideradas las más altas de la República Mexicana. Sólo la torre norte es la que aloja al campanario; ahí se encuentra la campana María. En los intercolumnios de la fachada aparecen los nichos con esculturas y medallones roleados de Carlos V, Felipe II, Felipe III y Felipe IV. La ornamentación barroca se acentúa en las enjutas, frisos y pedestales. El Coro desde la nave central puede verse la bellísima talla de la sillería realizada en marquetería por el maestro Pedro Muñoz. El Ciprés, su planta es circular y es de estilo corintio, terminado en mármol de diferentes tonalidades, abajo de éste se encuentra el panteon de los obispos. Retablo de los reyes, se encuentra en la capilla del mismo nombre y su diseño se debe a Juan Martínez; además en su composición se encuentran nichos con esculturas de Reyes y pinturas al óleo sobre tela.
http://www.turista.com.mx/puebla/section-viewarticle-15.html


CHIHUAHUA
El primer templo que se construyó se dedicó a Nuestra Señora de Guadalupe. Muy cerca de la anterior capilla, en 1715 se levantará otra para la Tercera Orden de San Francisco, en cuyo presbiterio, en julio de 1811, fue sepultado el cuerpo del Padre de la Patria, don Miguel Hidalgo. Este templo de San Francisco es un ejemplo típico de la arquitectura misional de los franciscanos y el único que aún guarda dos magníficos retablos del siglo XVIII.

Pero la plata seguía fluyendo de las minas y dio para mucho más. Sustrayendo un real de cada marco que se producía en las vetas, en 1735 se empezó la construcción de una sinfonía de cantera que sería la actual catedral: indudablemente la mejor obra del barroco mexicano en el septentrión de la Nueva España. Se trata de un singular edificio por el equilibrio y la unidad del conjunto, que remata en dos esbeltas torres de cantera ocre, las cuales resaltan contra el azul cobalto del cielo. Una capilla anexa dedicada a la Virgen del Rosario es un exquisito relicario, extraordinario en el relieve de su fachada, que entabla una feliz competencia con las otras portadas del templo cargadas de follaje barroco y terminadas en roles y arcángeles.

Igualmente interesante es la capilla de Santa Rita, del siglo XVIII, otro recuerdo entrañable para los chihuahuenses. El culto de Santa Rita ha calado tan hondo en Chihuahua que la fiesta de la santa, el 22 de mayo, pasó a ser la feria más importante de la ciudad, y el pueblo la considera como su patrona, olvidando de paso a la que oficialmente se dedicó la parroquia, que fue Nuestra Señora de Regla. En esta pequeña iglesia resulta notable la armonía que se consiguió entre el adobe y la cantera, complementada con el artesonado de su viguería.

Pero no sólo iglesias nos dejó el virreinato, sino también mansiones y obras de arquitectura civil. El progreso demolió la mayoría de las casonas señoriales, pero salvó para la posteridad el antiguo acueducto con sus esbeltos arcos de medio punto y 24 metros de altura.

Volviendo al centro, en la Plaza de Armas vemos un quiosco de metal traído de París, el cual fue colocado en 1893 junto con las estatuas de fierro que adornan los arriates del jardín; aquí se yergue lleno de elegancia el actual Palacio Municipal, construido en 1906 por los ingenieros Alfredo Giles y John White; tiene un inconfundible sello francés de fin de siglo que remata en verdes buhardillas con claraboyas. Su Sala de Cabildos es muy elegante y sus vitrales son dignos de admiración.
http://www.mexicodesconocido.com.mx/notas/7928-La-ciudad-de-Chihuahua

YUCATAN
En Mérida, la arquitectura no ha dejado de ser un reflejo fiel de los hechos sociales, económicos, políticos y culturales que a su pueblo acontecen; al mismo tiempo, se ha constituido como una manifestación sincera del alma y del sentir de los yucatecos. Es una manera en la que los recuerdos, las tradiciones y los ancestrales rasgos de un pueblo que es hoy eminentemente mestizo, han encontrado caminos de expresión.

El origen indígena y la herencia hispánica se han presentado alternada o simultáneamente en las manifestaciones arquitectónicas de Yucatán, a pesar de que comparten siempre el espacio urbano y rural con las influencias de otras culturas como la mexicana, la francesa, la italiana, la inglesa o más recientemente, la norteamericana.

Dentro de este mosaico encontramos un grupo reducido de manifestaciones que de una u otra manera nos recuerdan y nos refieren a las raíces mayas del pueblo yucateco. A este grupo de obras se le ha denominado de diferentes formas. Por ejemplo, algunos autores le confieren la categoría de estilo al "estilo neomaya", otros simple y despectivamente le llaman mayismo, otros más neoindigenismo maya e incluso hay quienes lo incluyen como una vertiente dentro de corrientes históricas como el academicismo de fines del siglo pasado, el art-decó de los años veintes y treintas o bien el deformado posmodernismo con el que hoy convivimos.

Por principio podemos citar como el más antiguo ejemplo registrado en Mérida, a la desaparecida fachada de una logia masónica diseñada y construida en 1915 por el arquitecto Amabilis en el antiguo templo del "Dulce nombre de Jesús" o de "Jesús María", ubicado sobre la calle 59. Otro muy significativo ejemplo de la arquitectura neomaya en Yucatán es el edificio conocido como "La Casa del Pueblo", inaugurado el primero de mayo de 1928 y ubicado en el barrio de La Mejorada, al oriente de la plaza principal de Mérida.

La tercera gran obra neomaya que aún se conserva en Mérida es el parque "de Las Américas", ubicado al poniente de la ciudad en la actual colonia García Ginerés.
A partir de estos ejemplos tan relevantes, podemos agrupar otros de menores dimensiones, relevancia urbana o calidad, como son: el edificio del Diario de Yucatán (1933) , en el que con un academicismo austero, el ingeniero Francisco Rubio Ibarra creó una fachada con reminiscencias mayas, además de algunos detalles decorativos en el interior, y una casa habitación del mismo tipo ubicada en el cruce de la calle 43 con el Paseo de Montejo. Como otro ejemplo de neomayismo moderno encontramos la fachada del antiguo mercado municipal del barrio de Santiago; y ya dentro del art decó, el Cine Maya ubicado en la colonia Alemán de esta ciudad.

Indudablemente hay más ejemplos de los que aquí se refieren, pero bástenos con esta pequeña muestra para conocer una de las más significativas partes de nuestro patrimonio histórico del siglo XX y de nuestra historia. Aprendamos a reconocer sus valores y a disfrutarlos. Esto ser la mejor garantía de su conservación y aprovechamiento cabal.

http://thematrix.sureste.com/cityview/merida1/articulos/arquitec.htm



PUBLICADO POR: paulina garcia romero

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